RESTAURAR + REHABILITAR
Patrimonio monumental
La rehabilitación del patrimonio debe hacerse desde el conocimiento profundo del bien para poder intervenir con precisión. Para ello formamos equipos multidisciplinares: historiadores, arqueólogos, aparejadores, restauradores, paisajistas, instaladores especializados, geólogos.
Patrimonio urbano
El patrimonio urbano requiere de conocimientos específicos. Restaurar hormigones, identificar los primeros cementos, trabajar con estructuras roblonadas o edificios entramados en altura. Cúpulas de pizarra, esculturas en altura, balcones, cornisas, zinc. Conocemos sus técnicas constructivas y las dificultades de trabajar en el medio urbano. El ajuste de estas técnicas con la normativa actual es complejo pero posible.
Patrimonio rural
El patrimonio rural y doméstico encierra un conocimiento del aprovechamiento de los recursos de la zona y una depuración de la construcción autóctona inestimables. Sin duda son un ejemplo de eficiencia energética del que aprender y al que aportar los conocimientos actuales para lograr una restauración en la que la comodidad en el uso, el aprovechamiento máximo de lo preexistente y el precio convivan. Proponemos reaprovechar materiales, reactivar los oficios y suministros locales y crear hogares en el campo.
La rehabilitación del patrimonio debe hacerse desde el conocimiento profundo del bien para poder intervenir con precisión. Para ello formamos equipos multidisciplinares: historiadores, arqueólogos, aparejadores, restauradores, paisajistas, instaladores especializados, geólogos.
Patrimonio urbano
El patrimonio urbano requiere de conocimientos específicos. Restaurar hormigones, identificar los primeros cementos, trabajar con estructuras roblonadas o edificios entramados en altura. Cúpulas de pizarra, esculturas en altura, balcones, cornisas, zinc. Conocemos sus técnicas constructivas y las dificultades de trabajar en el medio urbano. El ajuste de estas técnicas con la normativa actual es complejo pero posible.
Patrimonio rural
El patrimonio rural y doméstico encierra un conocimiento del aprovechamiento de los recursos de la zona y una depuración de la construcción autóctona inestimables. Sin duda son un ejemplo de eficiencia energética del que aprender y al que aportar los conocimientos actuales para lograr una restauración en la que la comodidad en el uso, el aprovechamiento máximo de lo preexistente y el precio convivan. Proponemos reaprovechar materiales, reactivar los oficios y suministros locales y crear hogares en el campo.